jueves, 21 de mayo de 2015

Mucho Cine y muy Bueno para un finde muy largo

Clarin.com

Extra Show

Cine

20/05/15

"Tokio": Jazz de la tercera edad

Crítica: Regular.Graciela Borges y Luis Brandoni actúan y recitan lo que les marca el guión, y de no ser por ellos, el resultado sería anodino.

clip_image001

Amor a media luz. Borges y Brandoni, en la noche cordobesa. FOTO: ENERGIA ENTUSIASTA

Tags

Crítica de cine,

Graciela Borges,

luis brandoni,

Maximiliano Gutiérrez,

Scholz,

Tokio

v:shapes="_x0000_i1026">

por Pablo O. Scholz

pscholz@clarin.com

Una historia de amor entre dos personajes adultos, acercándose a la tercera edad, donde nadie calla nada y tampoco parece importarle demasiado lo que digan los otros, da como tema para la comedia. Tokio es una comedia romántica porque tiene la historia de amor en 24 horas -presentación, seducción, conquista, noche de alcoba con luz tenue-, pero donde falla es en el haber del humor.

Mujer viajada, pero solitaria, el personaje de Graciela Borges llega a un bar donde tocan jazz, en Córdoba. Pocos lo saben, pero es el día de su cumpleaños y no quiere pasarlo sola. Espera y espera a un amigo, que no llega. Quien sí la tiene entre ojos es el pianista (Luis Brandoni), quien termina -corte de luz mediante- llevándola al departamento que un amigo le prestó, antes de irse de gira, dice. Allí habrá más jazz, confesiones, abundantes clisés, el desnudo de espalda de la actriz de Pubis angelical y ya es hora de ir cerrando la historia.

Que, de Maximiliano Gutiérrez (director de El vagoneta en el mundo del cine), depara alguna vuelta de tuerca, aunque bastante previsible, en los últimos momentos, con el personaje de Guillermina Valdes. Porque Tokio es como una puesta en escena teatral, con dos personajes centrales que necesitaba ser más aireada, aunque transcurra en 24 horas. Ya vimos lo que hizo Scorsese en una noche, pero esta película apunta en otra dirección.

Borges y Brandoni actúan, dicen y recitan lo que les marca el guión, y de no ser por ellos el resultado pudo ser anodino. Muchos recordarán Elsa & Fred, por aquello de dos personajes que apuestan al amor cuando otros se deciden por la mecedora, pero no hay comparación que valga.

"Tokio"

Regular

Comedia romántica. Argentina, 2015. 82’, ATP. De Maximiliano Gutiérrez. Con Graciela Borges, Luis Brando­ni. Salas: Hoyts Abasto, Belgrano

Clarin.com

Extra Show

Cine

20/05/15

"Motivación cero": ¿Nada que hacer?

Crítica: Muy buena.Implacable y entretenido acercamiento a la burocratización del ejército israelí con mirada femenina.

clip_image004

Rebeldía, en tono de comedia negra.

Tags

Crítica de cine,

Motivación Zero,

Talya Lavie,

Zero Motivation

v:shapes="_x0000_i1028">

por Horacio Bilbao

@cordobe

hbilbao@clarin.com

Parodia realista y crítica corrosiva de un sistema con tono de comedia profunda. Motivación cero, opera prima de Talya Lavie, muestra con frescura la relación de dos amigas que trabajan en el área de administración de una base de combate israelí.

Resignadas, olvidadas, y ajenas a un conflicto que ocurre muy cerca, pero que a ellas les queda lejísimos, no tienen otro mundo. Daffi (Nelly Tagar) y Zohar (Danna Igvy), junto al burocrático equipo de su área, visten uniforme, y ostentan grados, pero sus deseos son miserias de una vida cotidiana empobrecida. Rutinaria.

Huir a Tel Aviv, tener sexo a toda costa, batir récords en un clásico de las PCs como el Buscaminas y hacerle la vida imposible a una jefa inocentemente trepadora, son algunos de sus flacos objetivos, que serían casi normales si no estuvieran allí, en esta historia que la directora eligió dividir en tres relatos con la huidiza Daffi y la rebelde Zohar como grandes protagonistas de esta comedia bien dramática que transcurre casi siempre en los interiores del cuartel. Mujeres confinadas, sometidas a su rol secundario incluso en el cuartel, a ser las secretarias, a servir el café u ordenar papeles bajo el servicio militar obligatorio.

"Aquéllo fue ideológico, esto fue un error humano", dice Zohar al explicar uno de sus actos rebeldes. Rebeldía que en clave de comedia o drama que esgrime cada vez más el cine israelí, con historias como ésta, la de una amistad bajo reglas difíciles. Atemperada por el tono, y los diálogos, una denuncia real.

"Motivación cero"

Muy buena

Comedia. Israel 2014, SAM 16, 100’. De Talya Lavie. Con Dana Ivgy, Nelly Tagar, Shani Klein, Heli Twito, Meytal Gal. Salas: Lorca, Artemultiplex, Cinemark Palermo, Bama, Cinema City

Clarin.com

Extra Show

Cine

20/05/15

"Tomorrowland": Cuando el futuro es hoy

Crítica: Buena.El director de “Ratatouille” se zambulle en la ciencia ficción, con mensaje esperanzador y todo.

clip_image006

George Clooney, en Tomorrowland, con adolescente y androide.

Tags

Crítica de cine,

George Clooney,

Tomorrowland

v:shapes="_x0000_i1030">

por Pablo O. Scholz

pscholz@clarin.com

Ya lo dijo John Lennon, aquello de que podrán decir que soy un soñador, pero no soy el único. Y Tomorowland está pensada, al fin, para aquéllos que no se dan por vencidos ni aún vencidos, y que tienen la esperanza de que un mundo mejor es posible. Y si se es niño o adolescente, mejor.

Tal vez podamos decir que las anteriores películas de Brad Bird no eran de ciencia ficción, pero Los Increíbles, Ratatouille y Misión Imposible: Protocolo Fantasma tenían suficiente fantasía y carga imaginativa, o al menos pedían al espectador dejarse llevar por una familia con superpoderes, un ratón que habla y las proezas increíbles del agente Ethan Hunt y los suyos.

Pero en Tomorrowland, el hombre surgido de Pixar se zambulle de lleno en la ciencia ficción, con un pin que a quien lo toque -sólo a los elegidos- lo transportará en tiempo y espacio a ese lugar del título, un universo en el que el desarrollo tecnológico y científico permiten vivir sin contaminación. Casi, casi como un mundo feliz.

Pero lo felices que están allí no tiene parangón con lo que ocurre en la Tierra, a la que le quedan pocas horas de vida, a menos que la salve una, carraspeo, una Santísima Trinidad. La componen Athena, una niña androide (Raffey Cassidy), que recluta a una adolescente de nombre Casey... ¡Newton! (Britt Robertson), a quien le gusta la ciencia y nunca se da por vencida, y Frank Walker (George Clooney), que hace un tiempo fue un niño inventivo, que llegó a Tomorrowland, pero fue desterrado por el maléfico Nix (Hugh Laurie) y vive casi escondido en la Tierra.

"Cuando era niño, el futuro era diferente", aclara un apesadumbrado Walker/Clooney, quien, en otro momento, dice algo casi premonitorio: "¿Tengo que explicarlo todo? No podés sentir asombro sin preguntar cómo?". Eso, en síntesis, debe ser lo que se propuso Brad Bird para los espectadores.

Tomorrowland viene, como los chocolates sorpresa, con algo escondido: un mensaje de esperanza, y la seguridad de que son los niños los que podrán salvar al planeta. Como muchos en el mundo animado de Disney, hay personajes que no tienen madre, lo cual en la película es una suerte, porque no tienen a quién preocupar si de pronto están o no están. El guión se permite una disgregación.

Desde el diseño la película es, claro, impactante. Hay mucho del arquitecto Santiago Calatrava en cómo luce, al menos de lejos, la ciudad futurística. Damon Lindelof fue coguionista con Bird, y el cocreador de la serie Lost ha metido mucha mano, y se nota. La pregunta es cuánto para chicos es Tomorrowland. Si las cuestiones metafísicas no son más propias para preadolescentes, aunque la acción trepidante -como en un juego del parque temático del mismo nombre de Disney- se apodera de la narración por dos horas.

Clarin.com

Extra Show

Cine

20/05/15

"Mientras somos jóvenes": ¡Qué pareja(s)!

Crítica: Muy buena.Ben Stiller, neurótico o descabellado, siempre paga. Y aquí el humor es inteligente, incisivo y farsesco.

clip_image007

Ben Stiller & Naomi Watts. Matrimonio de cuarenta y pico conoce pareja de veintipico. FOTO: ALFA FILMS

Tags

Adam Driver,

Ben Stiller,

Crítica de cine,

Mientras somos jóvenes,

Naomi Watts,

Noah Bambauch,

Scholz,

While We're Young

clip_image003

por Pablo O. Scholz

pscholz@clarin.com

Renovarse es salud, dicen, y eso correría a cualquier edad. El director Noah Bambauch anda por los 45, como los personajes que encarnan Ben Stiller y Naomi Watts -Josh y Cornelia-, y Jamie (Adam Driver: fans de Star Wars, estén atentos) y Darby (Amanda Seyfried), por los 25. Un encuentro casual hace que nazca una amistad entre las parejas. Y Cornelia acompaña a su nueva amiga a clases de hip hop, y él va a bicicletear por Nueva York, artritis mediante, y hasta a cambiar su look y comprarse un sombrero con Jamie.

Como que se enganchan y empiezan a copiarse de ellos. O “les gustaría ser” como ellos. Y parece que la atracción es mutua.

De a poco, Josh y Cornelia comienzan a alejarse de un matrimonio amigo, de su edad, que acaba de tener un bebé (ellos decidieron dejar de buscar luego de algunos inconvenientes). Y lo que parece una nueva amistad perfecta, que hasta podría reconectar a la pareja de los 40 con la energía que, ella siente, se perdió en el camino, está lejos de serlo. Tiene sus complicaciones y hacia allí se encamina, en sus 25 minutos finales, donde Bambauch apela más a la farsa que a la ironía.

Bambauch (director de Historias de familia, Margot y la boda, guionista de Wes Anderson en más de una oportunidad) siempre supo poner el ojo sobre sus personajes, y con esa capacidad de observación, diseccionarlos desde actitudes o diálogos. O hasta miradas.

El filme trata sobre el narcisismo y la generosidad, sobre seguir o no las convenciones sociales -más allá de ver VHS o escuchar vinilos, y compartir una ceremonia con ayahuasca-, pero también sobre el temor a ser estafado o pasado como alambre caído. Josh es un documentalista indeciso, que hace años no termina un filme que anda por las 6 horas y media, y Jamie parece, con su despreocupación y desprejuicio, comenzar a apoderarse de Jamie. Josh se siente como tironeado entre ser el (falso) mentor de Jamie, que demostraba admiración por su trabajo, y estar bajo la sombra de su suegro (gran regreso de Charles Grodin), algo así como el maestro del cinéma vérité.

El tiempo perdido quizá no se recupere jamás, pero esta comedia neurótica, con el humor corporal que Stiller tan bien sabe ejecutar, reunido de nuevo con el director de Greenberg (aquí editada en DVD), no es tiempo que se malgasta o desperdicia. Aquí se gana.

"Mientras somos jóvenes"

Muy buena

Comedia. EE.UU., 2014. 94’, SAM 13. De Noah Bambauch. Con Ben Stiller, Naomi Watts Salas: Hoyts Abasto, Showcase Belgrano

Clarin.com

Extra Show

Cine

20/05/15

"Poltergeist, Juegos diabólicos": Del otro lado...

Crítica: Buena.La falta de riesgo de esta remake se compensa con un ritmo, suspenso y actuaciones bien trabajadas.

clip_image008

Madison. Antes del rapto. FOTO: FOX

Tags

bilbao,

Crítica de cine,

Gil Kenan,

Poltergeist: Juegos diabólicos

10751538

por Horacio Bilbao

@cordobe

hbilbao@clarin.com

Pasaron 33 años desde la primera versión de Poltergeist, juegos diabólicos, que ahora llega actualizada de la mano de Gil Kenan. Versión contemporánea de aquel éxito comercial, lo primero que motiva es la eterna discusión sobre las razones extracomerciales de toda remake. Otro tema.

Vayamos a la película. Los Bowen, una familia tipo del siglo XXI, se mudan a los suburbios acorralados por la crisis. Eric está desempleado y Amy, su mujer, es una escritora frustrada que trabaja en casa. Tienen tres chicos, Kendra, la adolescente conectada al mundo a través de su telefonito, Griffin, un niño temeroso pero perceptivo, y Madison, la temeraria y extrovertida pequeñita de la casa.

Esta Poltergeist podría ser un drama típico de la familia venida a menos por el desempleo, o las dificultades de comunicación entre padres e hijos, pero aquí el drama de la vida cotidiana es sepultado por otro mayor, la aparición de fuerzas sobrenaturales. Conocemos la historia, conocemos la casa, e igual nos vamos a asustar. Pero la agresividad sobrenatural pierde impacto frente a la naturalización de la agresión real, con otras raíces.

Kenan, y casi todos los directores del género, salvan el problema a través de la identificación con la vulnerabilidad de sus protagonistas. Adolescentes o niños, abiertos a nuevas experiencias, con padres enceguecidos hasta que arranca la tragedia: la más pequeña de la casa es secuestrada y la familia, junto a un equipo de parapsicólogos y un presentador de TV deberán urdir un plan para rescatarla.

Un placar claustrofóbico y tenebroso, un ático infernal y pantallas que transmiten el más allá diseñan este mapa hogareño del terror. Cambia la tele por el plasma, el tubo por el celular. Allí esta la niña de espaldas al TV con sus palmas sobre la pantalla charlando con los espíritus. Profesionalización del suspenso. Médiums, y cierta redención para espíritus olvidados.

"Poltergeist, juegos diabólicos"

Buena

Terror. EE.UU. 2015, SAM 13 R, 94’. De Gil Kenan. Con Sam Rockwell, Rosemarie DeWitt, Jared Harris. Salas: Hoyts Abasto, Village Pilar

No hay comentarios: