viernes, 16 de enero de 2015

El mejor CINE

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16/01/15

Damián Szifrón: “Lo recibí con sorpresa y alegría”

Damián Szifron.El director habló con Clarín desde sus vacaciones. Dijo que el Oscar abre “todas las puertas del mundo”.

Damián Szifrón, nominado al Oscar por su trabajo en "Relatos Salvajes"

por Gaspar Zimerman

La nominación al Oscar encontró a Damián Szifron de vacaciones en la costa atlántica, cerca de Pinamar, junto a su mujer, la actriz María Marull (que trabaja en el primer episodio de Relatos salvajes) y sus dos hijas, Rosa y Eva. "Sabía que era posible porque estábamos dentro de las nueve precandidatas, pero no tenía certezas porque había películas muy buenas, así que recibí la noticia con sorpresa y gran alegría".

¿Viste las películas que van a competir con "Relatos salvajes"?No, pero leí mucho sobre ellas y gente a la que respeto mucho las vio, y sabía que era un año particularmente difícil en el rubro Mejor película extranjera. Aunque siempre lo es, porque de tantos países, ya el grupo reducido que llega es muy fuerte.

¿Qué posibilidades creés que tiene "Relatos salvajes"? No lo sé. Lo que sí sé es que tengo una sensación de gratitud y felicidad total. Arrancamos con la inclusión en la competencia oficial del Festival de Cannes y estamos cerrando el recorrido con una nominación al Oscar. Más no se puede pedir.

¿Qué méritos pensás que le habrán encontrado a la película? Darín dice que su fuerte es el humor. Sí, no se suelen ver películas con tanto humor que lleguen a una competencia en Cannes ni al Oscar. Y eso que es un aspecto esencial de la comunicación humana. Además del humor, diría que cierta sensación de liberación de energía que produce la película: se la experimenta de forma muy física. Viajé por todo el mundo viéndola y conozco de primera mano las reacciones.

"Relatos salvajes" fue criticada por alentar a la justicia por mano propia. No pienso que la película aliente a la justicia por mano propia, pero cada uno puede leer en ella lo que quiera. Estoy a favor de ese tipo de discusiones.

¿Qué valor les das a los Oscar?Toda premiación relacionada a una disciplina artística tiene algo extraño o distorsivo, porque la competencia no es un rasgo natural de la actividad. En el deporte sí es un rasgo constitutivo, pero en cine uno hace su trabajo sin pensar en lo que están haciendo los demás. Al estar en una terna se produce la competencia, pero no es esencial a la actividad. Más allá de estas salvedades, me alegra mucho, porque una nominación al Oscar te abre todas las puertas del mundo. Es una invitación a que la gente vea el material en el que estuviste años trabajando.

¿Te sorprende lo que viene pasando con la película?Sí, yo tenía expectativas altas, pero ni en mis mejores pronósticos me imaginaba todo esto. Tres millones y medio de espectadores, Cannes, el Oscar... Todo lo que pasa con la película sigue sorprendiéndome.

¿Tenés algún relato favorito?No, había escrito muchas historias y dejé las que me resultaban esenciales. Son como los órganos vitales de un mismo cuerpo, todos tiene su función. Son distintos hijos a los que adorás.

¿Cómo tomaste que la asociación de críticos Fipresci argentina no la haya incluido entre las mejores películas del año?Me parece bien. Hay muchas películas valiosas que son ignoradas por no tener difusión, y entidades como Fipresci tienen la misión de reconocerlas.

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15/01/15

El séptimo hijo: espectros y brujas

Ambientado en el Siglo XVIII, el filme del director ruso Sergei Bodrov, resulta ser un buen inicio para una saga fantástica.

BARNES Y BRIDGES. Buenas actuaciones en un proyecto con futuro.

clip_image002por Horacio Bilbao

El cine, como la literatura fantástica, ha ganado un lugar que le era esquivo antes de que JRR Tolkien fuese guionado y llevado a la pantalla por Peter Jackson. Un masivo lugar de público joven. En ese andarivel entra El séptimo hijo, la película que dirige el ruso Sergei Bodrov y que está pensada desde el inicio como una saga medieval que pronto veremos crecer.
Siguiendo la trilogía escrita por el británico Joseph Delaney, titulada El último aprendiz, la historia transcurre en el siglo XVIII, y viene de un tiempo inmemorial, del origen de la Inquisición en Inglaterra. La caza de brujas en el sentido más literal de la palabra.

Ya lo dijimos. Es una historia para un público joven pero con una lectura política detrás, lo que de alguna manera equilibra ciertas flaquezas argumentales del guión. Hay una venganza en ciernes de las brujas sojuzgadas y un espectro llamado a detenerlas, para siempre, por cuestiones personales, históricas y porque la curia le entrega un buen dinero a cambio de cada uno de sus exorcismos. Pero el Maestro Gregory (Jeff Bridges) tiene a la par otra misión, instruir a su sucesor o compañero en las artes de la magia y la lucha, para combatir el mal que viene del más allá, determinado a dominar el mundo en unos pocos días. Ese aprendiz debe ser el séptimo hijo de un séptimo hijo, condiciones que reúne el joven Thomas (Ben Barnes), sucesor de otros tantos séptimos que quedaron en el camino. Sepultados. Vencidos.

Pero Thomas posee además otras virtudes de cuna, que ya descubrirán en la película, y que lo convierten en un crítico de los métodos e ideas de su mentor, y por lo tanto de su tiempo. Efectivamente, saldrá a cazar a la bruja líder, la poderosa Mother Malkin (Julianne Moore) pero se dejará seducir por otra bruja, la bellísima Alice (Alicia Vikander). No todas las brujas son malas, y si lo son, parecen tener motivos en la hoguera que las quemó, para explicar sus maldades. Otra hubiese sido la historia sin la satánica inquisición.
Tenemos a un aprendiz de espectro algo díscolo, a su instructor, y a las brujas lideradas por Malkin. Un ejército de seres espectrales de diversa calaña y poderes. Y una tecnológica capacidad para pasar de ser las más horrendas bestias del mundo animal, a lo que alguna vez fueron, mujeres y hombres castigados por h o por b.

Sí, la película tiene inconvenientes con la presentación desordenada de algunos de sus protagonistas, que irrumpen de manera forzada en la historia. Aún así, por influjo de las actuaciones y la segundas lecturas del filme, consigue su propósito de iniciar una saga fantástica, paso necesario para convertir este éxito literario en un relato fílmico del que ojalá sigan participando Bridges y Moore. Inicio con más futuro que presente, y brujas que se quieren vengar.

POR QUE SI:

Buenas actuaciones, efectos especiales, ritmo y una historia medieval con crítica política.

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15/01/15

Crítica - “Los imprevistos del amor”: Comedia salida de lo habitual

“Los imprevistos del amor”.

Los imprevistos del amor

Que las últimas oportunidades hay que aprovecharlas es algo tan cierto como difícil de prever que serán las definitivas.De eso, entre otras cosas, trata Los imprevistos del amor, esta comedia romántica presumiblemente con el público adolescente en la mira, pero que le escapa a muchos clisés (no a todos, porque saltaría de género) de los filmes de este tipo.

Rosie y Alex son amigos desde la infancia, y uno no sólo adivina, sino que ve que bien podría haber algo más entre ellos, de no ser porque son mejores amigos. Crecen, y no hay sexo de por medio, aunque hablen de ello y se ayuden en sus conquistas amorosas.

Hasta que, ahí sí, cualquier espectador despierto lo advierte, hay una llama que ninguno de los dos se anima a dejar que crezca y no se extinga.

Lo que diferencia a esta película con la hija de Phil Collins (Espejito, espejito, Cazadores de sombras) y Sam Claflin (de la saga Los juego del hambre) es que incluye temas como la maternidad casi adolescente y las diferentes clases sociales (la familia de Rosie es de clase trabajadora en Inglaterra), y que la relación entre los protagonistas no tiene baches.

Los diálogos son ingeniosos y realmente se siente que acompañan a la historia y no incluyen chistes forzados.

Del otro lado de la balanza están las conquistas de Axel, por lo general rubias taradas e insoportables. Bien: nadie es perfecto.

Los imprevistos del amor es del tipo de película que se apoya en las actuaciones, de ahí que lo que haga Collins será fundamental para sostener el andamiaje. No sólo es linda, sino que tiene pasta como actriz, puede lagrimear y sonreír con la misma facilidad y ponerse al hombro la película parece no pesarle. Algunos personajes secundarios parecen sólo bocetados, como si el director Chistian Ditter prefiriera centrarse en Rosie y Alex. Como para que el espectador no le quite la atención de encima.En síntesis, una extrañeza en el mundo de la comedia romántica, nada malo y bienvenida a la cartelera local.

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15/01/15

Crítica - “Corazones de hierro”: Una de guerra que atrasa

“Corazones de hierro”, de David Ayer.Con Brad Pitt como protagonista y productor, la película es correcta, pero con argumento remanido.

Brad Pitt en "Corazones de hierro"

por Gaspar Zimerman

Bastardos sin gloria parecía haberles puesto un punto final a las películas bélicas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial. En el humor, Tarantino había encontrado la única vuelta de tuerca posible para volver sobre un tema tan remanido. Y, por si todavía quedaba alguna duda, Brad Pitt había demostrado una vez más que no es sólo una cara bonita (y que la comedia es su fuerte). Por eso sorprende que haya aceptado ponerse a la cabeza, como protagonista y productor ejecutivo, de Corazones de hierro, que atrasa 60 años.

Que se entienda: es una de esas películas de las que puede decirse con tranquilidad eso de que "está bien hecha". Correctamente filmada, tiene escenas de combate impresionantes y una recreación de época resulta creíble; en suma, se notan los 68 millones de dólares del presupuesto. La disfrutarán aquellos que vayan en busca de una bélica como las de antes, bien clásica, con un grupo de heroicos muchachos enfrentándose a los malvados nazis y a las duras condiciones de los campos de batalla.

Quienes esperen algo que se corra un milímetro de las convenciones, no lo encontrarán (salvo por un detalle: los disparos parecen salidos de armas de La guerra de las galaxias, en una curiosa elección de efectos especiales). Los cinco personajes principales responden a arquetipos: el severo pero justo sargento al mando; el novato, un jovencito que al principio parece un blando que no está a la altura de las circunstancias pero con el correr de las batallas demostrará su coraje; el religioso, solidario y querible; y los otros dos soldados, un tanto brutos y desagradables, pero tan nobles y buenos compañeros como los demás. Este quinteto convive a bordo de un tanque que surca el territorio alemán. Estamos en abril de 1945: la guerra está a punto de terminar, pero los nazis todavía ofrecen una feroz resistencia. Y la división de tanques, según nos explican al principio, era el punto débil de los aliados.

Quedó dicho: Corazones de hierro no tiene la ironía de Bastardos sin gloria. Tampoco, el planteo filosófico de La delgada línea roja. Ni el original punto de vista de Líbano, la película del israelí Samuel Maoz que transcurría casi en su totalidad adentro de un tanque, con la mirilla como único punto de vista hacia el exterior. Aquí hay diálogos solemnes, cargados de frases pretendidamente profundas (del tipo "Los ideales son pacíficos; la Historia es violenta"). Aquí hay que soportar a tipos gritando "¡fucking nazis!" mientras acribillan alemanes. Aquí hay un espíritu yanqui recalcitrante, a tal punto que el objetivo final parece ser reivindicar al ejército estadounidense, rescatando aquellas lejanísimas épocas en las que peleaba por causas justas.

CALIFICACION

Regular

POR QUE NO

Está plagada de convencionalismos. En la guerra de buenos contra malos, todo es lineal y previsible.

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