jueves, 17 de septiembre de 2015

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12/09/15

"Cuando vuelva a casa voy a ser otro", de Mariano Pensotti: Todos somos un rompecabezas

Teatro.Hoy se estrena en el Cultural San Martín, la nueva obra de Mariano Pensotti, "Cuando vuelva a casa voy a ser otro", que pasó por el Festival de Avignon.

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"Cuando vuelva a casa voy a ser otro", de Mariano Pensotti

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Sandra Commisso

scommisso@clarin.com

Llegó el momento. Luego de dar algunas vueltas por el mundo, la nueva obra de Mariano Pensotti aterriza en Buenos Aires. “Siempre genera mucha ansiedad estrenar acá, aunque la obra venga con un camino hecho y con buena recepción en otros lugares del mundo”, dice el autor y director. Su nuevo material se llama (no podía ser mejor el título para este momento), Cuando vuelva a casa voy a ser otro y estará en la sala AB del Centro Cultural San Martín. Antes recorrió festivales en varias ciudades de Europa: Bruselas, Berlín, Zürich, Frankfurt, Hannover y el prestigioso Avignon (Ver Las elegidas...)
Es la primera vez que Pensotti escribe a partir de un hecho real, más exactamente un episodio que le sucedió a su padre.

“En los ‘70, él era un militante de izquierda y en un momento, se le ocurrió juntar varios objetos que podían comprometerlo y para evitar mayores problemas, los enterró dentro de una bolsa de nylon en el jardín de la casa de mis abuelos en Wilde”, cuenta.
Luego de siete u ocho años, después del fin de la dictadura, volvió al lugar a buscar su tesoro escondido. “Estuvo cavando en varios lugares del jardín pero nunca encontró sus cosas”, relata Pensotti. “Y a partir de ahí, él mitificó esos objetos que pasaron a formar parte del anecdotario familiar y que, claramente, tenían mucha relación con su identidad”.

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Pero la anécdota que le sirvió de disparador a Pensotti para crear su nueva obra, no termina allí. Finalmente, hace muy poco, luego de que la casa donde estaban escondidos sus objetos, se vendiera, su padre recibió un llamado. Eran los nuevos dueños que habían encontrado la bolsa enterrada haciendo un pozo para una pileta de natación. “Reencontrarse con esas cosas era como recibir una cápsula del tiempo”.

Aquel episodio de la vida real, entre policial y fantástico, le sirvió a Pensotti como disparador para su nuevo material. “Todo eso es sólo el punto de partida. La obra no tiene que ver con esa época de la Argentina. Y tampoco quería hacer un biodrama. Lo que más me interesaba era trabajar el tema de la identidad”, dice el director.
Cómo arma cada individuo su identidad, qué se pone en juego en ese rompecabezas que somos todos y cada uno de nosotros, son algunos de los puntos que Pensotti viene trabajando en varias de sus obras y que aquí retoma como objetivo clave.
“Creo que uno se va volviendo un doble de sí mismo; uno es un actor que hace, a lo largo de la vida, varias versiones de sí mismo”, asegura.

Y sigue ampliando el concepto que más lo motiva a la hora de contar una historia. “Todos nos armamos ficciones de nosotros mismos. Y a mí me llama la atención esta idea de cómo hacemos un trabajo para construirnos nuestra propia identidad y a la vez, nos invade el deseo (y la imposibilidad) de ser otros”.

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Pensotti cita al poeta maldito Rimbaud cuando escribía: “Yo soy otro”. “Me encantaría ser muchos, pero es mejor enfocarme en algo”, dice. A partir de ahí surgen interrogantes como: ¿Qué sucede cuando uno se reencuentra con el que fue? ¿Qué pasa con todo lo que va quedando afuera mientras se construye una identidad?

Además del foco en esta cuestión, Pensotti también se caracteriza por unas puestas en escena fuera de lo habitual. En general son obras muy complejas que requieren de varios y determinados mecanismos escénicos para llevarlas adelante. “Eso es muy demandante”, asegura el director. Y para evitar posibles dificultades durante las funciones suele ser él mismo quien se ocupa de todo.
En Cuando vuelva a casa voy a ser otro, además de dirigir a sus actores, está a cargo de hacer funcionar un mecanismo escénico que prefiere no dejar en otras manos que no sean las suyas. “Es otra forma de estar en el escenario aunque no actúe”, bromea.

Pensotti ya dirigió una veinteina de obras. Las más recientes son El pasado es un animal grotesco (que indagaba sobre la realidad social y política de los ‘90 y Cineastas (donde el espacio escenográfico estaba dividido en dos que narraban simultáneamente).
El elenco de Cuando vuelva a casa... lo conforman Agustín Rittano, Mauricio Minetti, Santiago Gobernori, Julieta Vallina y Andrea Nussembaum.

Las elegidas que coparon Avignon

Uno de los Festivales de teatro más prestigiosos del mundo, el que se celebra en Avignon, Francia, tuvo dos obras argentinas entre sus invitadas internacionales. Una de ellas fue Dinamo de Claudio Tolcachir y la otra, Cuando vuelva a casa voy a ser otro, de Mariano Pensotti. Ambas piezas fueron muy bien recibidas por la prensa y el público. Y cada uno siguió su derrotero, por el mundo y ahora, en Buenos Aires con el público local.

Las funciones de Cuando vuelva a casa voy a ser otro, son viernes, 21 y sábado y domingo, 20.30 en el Cultural San Martín (Sarmiento 1551).

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Cine

16/09/15

"Mi amiga del parque": Elogio de un amor libre

Crítica: Muy buena.Con suspenso y rebeldía Ana Katz, la directora de “Los Marziano”, construye una historia personal e íntima.

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Julieta Zylberbergy y Ana Katz: madres jóvenes, en la plaza.

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Mi amiga del parque

Horacio Bilbao

@cordobe

hbilbao@clarin.com

Hay cierta libertad en algunas películas "chicas", portadoras de una solidez y coherencia envidiables, un despertador para grandes temas. Mi amiga del parque, la nueva obra de Ana Katz, transmite esa libertad, incluso un tono personalísimo amparado en la dirección, las actuaciones y en un guión escrito a cuatro manos por la propia Katz e Inés Bortagaray.

Un estado de cosas, de sensaciones, de rebelión interna atraviesa a Liz (Julieta Zylberberg), madre primeriza de Nicanor en tiempos del puerperio. Gustavo (Daniel Hendler), su marido, está filmando en Chile, y sólo participa de su flamante paternidad vía Skype. Está sola Liz, apenas con el apoyo de su mucama, y la complicidad sospechosa de los madres y padres de la plaza, punto de encuentro de su nueva vida con el mundo exterior, un lugar extraño desde que nació Nicanor.

Allí, en el parque, Liz conoce a Rosa (Ana Katz), epítome de su propia confusión, que pasea a la beba Clarisa por la plaza. Ambas construyen una relación sin otro sustento que ése, diálogos indefinidos, acciones inesperadas que provocan la tentación de juzgar, y sobre todo rodean al filme de un clima de suspenso. Liz desconfía de su nueva amiga, avizora algún peligro, sin embargo avanza con la relación. Hay pequeñas aventuras, se escapan de un bar sin pagar, planean un viaje en auto, irían a conocer al novio de Renata (Maricel Alvarez), la hermana de Rosa, a quien conoció por Internet. Lazos débiles, para los prejuicios de una cultura afianzada.

¿Qué es ser madre o padre hoy? Liz tiene al alcance las viejas respuestas para la crianza, un manual representado en su mucama, pero quiere aventurarse en su propia experiencia de maternidad. En ese sentido la película es un retrato dinámico de esta época de transición, en el que las nuevas formas de familia se abren camino en el rústico universo de las instituciones, los prejuicios y las convenciones.
Liz se rebela de manera natural, sin ser una militante, sin explicarse a ella misma, y por eso su personaje atrapa en la confusión, en su derecho a la confusión y la negación doméstica de un mandato social.

¿Desde qué instituciones, leyes, ejemplos vamos a construir nuestras relaciones? ¿Cuál es la forma de ser madre hoy? Por decisión de Katz, el filme no da respuesta a semejantes preguntas. Sí abre un espacio de libertad, una libertad abrumada, confusa, peligrosa y hasta aterradora de un tiempo hermoso y difícil. No en vano Nicanor lleva nombre de antipoeta, nació en un tiempo de ruptura, con padres que no necesitan ser héroes. ¿No?

"Mi amiga del parque"

Muy buena

Comedia dramática. Arg./Uruguay, 2015, 86’, SAM 13. De Ana Katz. Con Julieta Zylberberg, Maricel Alvarez, Daniel Hendler. Salas: Village Recoleta y Caballito

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Cine

16/09/15

"La maestra de jardín": Entre thriller y drama social

Crítica: Muy buena.Con un tono entre el thriller y el drama social, es un inquietante relato sobre el amor... a la poesía.

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Yoav Pollack. El maravilloso niño poeta de cinco años.

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Nadav Lapid

Gaspar Zimerman

@gasparzimerman

gzimerman@clarin.com

El israelí Nadav Lapid no es un director que se conforme con contar una historia: quiere incomodar y dejar al espectador lleno de preguntas. Lo hizo en Policeman, que ganó los premios a mejor película y mejor director en el Bafici 2012, y lo hace ahora con La maestra de jardín, por la que Lapid repitió, en el último Bafici, el reconocimiento a la dirección.

La película está narrada con un tono que oscila entre el thriller y el drama social, pero es, básicamente, una historia de amor, una historia de amor a la poesía. Nira, la maestra de jardín de infantes a la que alude el título, descubre que uno de sus alumnos es un poeta innato. De repente, inesperadamente, el chico dicta bellos poemas mientras camina de un lado a otro, como en trance. Antes y después, se comporta como cualquiera de sus compañeros de sala. Nira siente que tiene ante sí a un diamante en bruto al que hay que pulir y también proteger. Y por esos nobles objetivos es capaz de llegar demasiado lejos.

En la frágil figura de una criatura de cinco años, Lapid parece simbolizar a la poesía (o la belleza), un arte cada +vez menos apreciado en un mundo preocupado por los bienes materiales. Este mensaje es un tanto redundante y obvio; de hecho, es explicitado un par de veces por la docente y otros personajes. No por eso deja de ser cierto: si los best sellers le ganan por goleada a la literatura, ni hablar del lugar que ocupan los libros de poesía en el mercado editorial.

Hay una habilidosa construcción de una atmósfera extraña alrededor de ese adorable monstruo que parece un manantial de bellas palabras y, contrastando con la clara bajada de línea, una inquietante ambigüedad en torno al comportamiento de la maestra hacia el niño. ¿Quiere cuidarlo? ¿Aprovecharse de él? ¿Destruirlo?

Lapid tampoco se priva de reírse del mundillo literario, con sus cónclaves de recitado y sus talleres de escritura: sin saber quién es el verdadero autor, los presuntos poetas hacen las interpretaciones más absurdas sobre los textos del chico. Así queda expuesto, una vez más, cuánto barullo sin sentido hacemos a veces los que trabajamos sobre la creatividad ajena.

"La maestra de jardín"

Muy buena

Drama. Israel/ Francia, 2014. De Nadav Lapid. Con Sarit Larry, Avi Shnaidman. Salas: Lorca, Artemultiplex, BAMA Cine Art

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