jueves, 30 de julio de 2015

Música y Cine

Delfina Oliver regresa a las fuentes con su “Buenos Aires Bebop”

por admin en jul 27, 201518:51

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La música que hizo bailar a más de una generación vuelve años después a Buenos Aires con una impronta renovada. Delfina Oliver, al frente de una banda notable, recrea con acierto en su tercer disco, “Buenos Aires Bebop” un repertorio que no merece ser olvidado.  El 30, Delfina y su quinteto abren el fuego en  Café Vinilo.  “Buenos Aires Bebop” sale a escena y el swing se adueña de la noche.

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Fotografías: Verónica Ruiz

A  lo largo de diez temas, “Buenos Aires Bebop” fluye con la misma naturalidad con la que se mueven los pies de quien lo escucha. En este, su tercer disco, Delfina Oliver deja de lado las formas contemporáneas que caracterizaron los dos primeros, para abrevar a puro disfrute en las melodías del swing. Un logrado trabajo que, con la dirección musical de Mariano Loiácono, recrea con singular mirada aquellos clásicos entrañables, entre los que destacan las personales versiones

de “Body and Soul” o clip_image003“I´ll remember april”, la querida “Waltz for Debby” de Bill Evans, la singular relectura del “In walked bud” de Thelonious Monk o el rescate emotivo de “When sunny gets blue”, grabada en los 60s por Anita O´Day.

¿Cómo elegiste el repertorio para este disco?

Elegí éstos 10 standards porque son aquellos que más disfruté de cantar entre Tokio y Buenos Aires en estos últimos años en distintos clubes de jazz. Y además porque fueron muy transitados en la época del bebop y el swing por los músicos y cantantes de los que más me nutrí en esta etapa de búsqueda artística. Es una etapa relacionada con un regreso a las raíces del jazz que más me gusta, y por lo que devine en cantante de jazz: Ella, Sarah, Anita O’Day, Carmen McRae, Betty Carter, Charlie Parker, Thelonious Monk, Bill Evans, etc.. Quise dejar plasmado en un disco mi faceta más “swinguera”, ya que mis primeros dos discos tuvieron arreglos de jazz contemporáneo.

¿Habiendo tanto material disponible, qué aspectos son los que más cuentan para vos en el momento de definir cuáles son los diez temas que quedan?

Unos me gustan por su contenido armónico y melódico. Otros por las posibilidades rítmicas y de improvisación. Las baladas por las historias que cuentan, que me permiten una interpretación más profunda. Cada una contiene un desafío para mí en alguno de estos aspectos, y a mí no me gusta estar “cómoda” cuando canto. Siempre tiene que haber “algo más”. Un desafío. Que es lo mantiene viva mi pasión por el jazz.

A ver, dame ejemplos con algunos de los temas del disco…

“l’lI remember april”, por ejemplo, me permite improvisar. Es un tema rápido, hay una armonía y unos cambios que son desafiantes para un cantante. “Waltz for Debby” lo elegí porque siempre se lo canté a mi sobrinita Sofi y además es un tema que Bill Evans se lo compuso a su sobrina, Debby. Me encanta, es una canción casi infantil, que después pasa a un swing más “picadito” y se hace muy interesante.  “That old black magic” es un tema que me mata.clip_image005 También porque me permite improvisar. Acá quiero aclararte algo. Improvisar no es sólo hacer scat. Si no también frasear de la forma que a uno le guste hacerlo. O buscarle otra vuelta a la melodía. Es0 mismo me sucede por ejemplo con “A nightingale sang in Berkeley Square” que es una balada y yo la canto como un médium. Son temas que te dejan mostrar un fraseo swingero.

También hay un par de baladas..

Si, baladas que tienen melodías que me encantan. Son baladas no tan cantadas, no tan conocidas. Quizás “But beatiful” un poco más, pero “When sunny gets blue” es poco conocida. Y son dos temas que me encantan.

De ”But beatiful” recuerdo versiones de Nat King Cole o Billie Holliday, incluso  Tony Bennett la grabó en su reciente disco con Lady Gaga. Pero “When sunny…” no la recordaba.

Si, es un tema poco transitado, a pesar que tiene una melodía bellísima. La cantó Anita O´Day y también Betty Carter. La grabó Tony Bennett y Frank Sinatra también tiene su versión. Pero decididamente no es un hit dentro de la historia del jazz. Por eso también me interesaba rescatarla.

A pesar de que el swing tiñe de alguna manera todo el disco, hay también un Monk dando vueltas por allí y una versión despojada de “Body and soul”…

Sí, claro. A mí me encanta Monk y siempre me gusta cantar sus temas. Hicimos “In walked bud”, pero a Loiácono se le ocurrió hacer un arreglo funk del tema. Y quedó genial. Y “Body and soul” está porque me lo había pedido una de las personas que colaboró con el disco. Vos sabés que hice el disco con el sistema de crowdfunding y una de las recompensas era grabar un tema en un estudio profesional clip_image007a pedido de la persona que colabore con el financiamiento. Un aportante pidió “Body and soul” y lo grabamos sólo con Mariano y Fran y solo para él. Pero nos gustó tanto como quedó, que decidimos incluirlo en el disco.

Y como bonus track “La Pomeña” de Castilla y Leguizamón…

Sí. Está dedicada a Freddy, mi marido, que es salteño. Él siempre me dice que nunca canto en español. Entonces pensé que una zamba del Cuchi Leguizamón era una buena oportunidad para cantar algo en español y homenajear también así a mi esposo.

Vos llegaste no hace mucho de Japón, donde venís actuando por tres años consecutivos con una estadía de varios meses. ¿En qué medida crees que contribuyó esa experiencia para dar forma a este trabajo”. 

Yo creo que tocar en Japón, me sacó del formato contemporáneo. Al público japonés le gusta un jazz más tradicional, si con una impronta moderna, pero sin caer en el jazz contemporáneo. Tocar esta música todas las noches durante casi cuatro meses y con unos músicos tremendos, me hizo volver a enamorarme de mis raíces. Lo mismo me pasó acá cuando canté con la Artristy Band. Volvés a enamorarte de todas esas canciones que te formaron. De las canciones que cantaban las grandes. Por eso tenía ganas de hacer un disco así y por suerte pudimos concretarlo.

¿La elección de los músicos para el disco es enteramente tuya?

Si, totalmente.  Acá ya sabemos, hay músicos muy dotados, muy talentosos. Pero yo quería gente que pudiera acompañarme desde la afinidad con el estilo. No es fácil tocar swing. Por eso los elegí uno por uno y logré armar un quinteto que se toca todo.clip_image009

Hagamos un repaso…

Bueno,  Mariano (Loíacono) es el director artístico del disco. Él siente esta música, la hace en sus grupos, la disfruta y además venimos tocando juntos hace mucho. Con Jero (Carmona) y Fran (Lo Vuolo) también. Cuando grabé mi primer disco, “Mirada”  en 2004, ya estaba allí Fran, que tenía 20 o 21 años. Lo mismo te puedo decir de Eloy Michelini y de Gustavo Musso, músicos tremendos, como todos saben.

Siempre se dice que el jazz es un tema de agendas. ¿Van a poder estar todos en los shows?

Mariano y Fran, si. Gustavo Musso se va de gira con Escalandrum y lo va a reemplazar Sebastian Loíacono.  Jerónimo se va a Colombia. Le pedí a Ezequiel Dutil que venga, un contrabajista con quien he tocado muchas veces. Tampoco va a estar esta vez Eloy Michelini, asi que en el show del 30 va a estar otro grande, Oscar Giunta.

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Clarin.com Extra Show Cine 29/07/15

"Misión: Imposible, Nación secreta": Acción al por mayor, y al estilo clásico

Crítica: Muy buena.Tom Cruise vuelve como el agente Ethan Hunt, hacuendo sus propias escenas de riesgo, en un filme sumamente entretenido, con escenas de acción vertiginosa y humor

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Sin dobles. A los 53, Tom Cruise hizo las escenas de mayor acción.

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Pablo O. Scholz

pscholz@clarin.com

Es él. Se sabe que es Tom Cruise el que está agarrado de la manija de una puerta externa sobre el ala de un avión, tanto en el carreteo, despegue y en pleno vuelo. No es un doble. Es él.

Eso ocurre apenas abre "Misión: Imposible, Nación secreta", y no es un dato menor, ya que así Ethan Hunt/Tom Cruise se gana algo de la empatía del espectador.

El resto será durante 131 minutos a la manera del cine de acción clásico. Ese en el que no se notan (tanto) las cosidas que unen las secuencias de acción, que trabajan de manera individual, con su propio estructura, que permiten sacarlas de contexto, verlas individualmente y tienen su propia coherencia. Ese tipo de armadura, de esqueleto de guión al que el cine de Hollywood viene echando mano desde que los blockbusters se transformaron en una necesidad de la industria.

La de "Misión: Imposible" es, tal vez, de las pocas sagas de acción que no decae. Tiene un pie en el estilo Bond y, como las nuevas del 007 con Daniel Craig, las películas con Cruise tienen mucho del cine de acción más tradicional y menos rimbombante por no decir ridículo- de las nuevas franquicias.

Hay apertura de escena con una misión que después no tiene que ver con el resto del filme (como en todas las películas de Bond, y de Indiana Jones), Hay persecuciones aéreas. Persecuciones de autos y motos. Hay vidrios que estallan alguna vez se dijo que el de los vidrios rotos es el efecto más cinematográfico que existe-. Y, como en todo filme de espionaje (y recontraespionaje) vueltas de tuerca, malos que simulan ser buenos, y no lo son, y viceversa.

El hilo de la trama tiene de nuevo a la Fuerza Misión Imposible (imposible no esbozar una sonrisa con la sigla FMI) al borde de la desaparición. Hunt está tras la caza de El Sindicato, una organización terrorista que atenta contra las naciones con simpatías en Occidente. Pronto se sabe quién está detrás de ella (Sean Harris, con cara de Topo Gigio), pero la CIA, dirigida por Hangley (Alec Baldwin), cree que FMI tiene métodos pocos convencionales, así que la cierran y Hunt se queda solito y solo para descubrir la trama secreta de El Sindicato. Mentira.

Brandt (Jeremy Renner), Benji (Simon Pegg) y Luther (Ving Rhames) estarán allí para ayudarlo. Y una espía británica infiltrada (Rebecca Ferguson) creará más confusión, mientras la cámara va de Londres a Washington, pasando por Viena y Marruecos.

Aún sin una escena de acción excluyente (como la batalla final de la "MI 2", de John Woo, o la escena en el edificio de Dubai de "MI 4"), el director Christopher McQuarrie se las arregla para mantener la tensión y la atención en todo el metraje. Que decae algo en los últimos 20 minutos es igual de cierto.

En "Nación secreta" Cruise, que vuelve a ser productor, está menos secundado por Benjamin, Brandt y Luther. Algo se especuló con que "Nación secreta" podía ser la quinta y última de las "Misión", pero el final -sin adelantar nada, pero al estilo "Skyfall"- indica que la rueda bien puede haber tenido un nuevo empuje para que haya lugar para más aventuras.

"Misión: Imposible, Nación secreta"

Muy buena

Acción. EE.UU., 2015. 131', Sam 13 De: Christopher McQuarrie. Con: Tom Cruise, Rebecca Ferguson, Jeremy Renner, Alec Baldwin, Simon Pegg. Salas: Hoyts Abasto, Cinemark Palermo, Showcase Belgrano.

Clarin.com Extra Show Cine 29/07/15

"Vacaciones": En el auto feo de papá

Calificación: Mala.Es un mal remedo de la primera entrega de la saga, de 1983, que tampoco era muy brillante.

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Vacaciones: Road movie. Por todo EE.UU.

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Gaspar Zimerman,

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Gaspar Zimerman

@gasparzimerman

gzimerman@clarin.com

En 1983, con la road movie Vacaciones, de Harold Ramis, se inició una saga cómica que abarcó cuatro películas, un telefilme y un cortometraje, siempre con la misma temática: los "disparatados" viajes de una familia tipo estadounidense, los Griswold, cuyo patriarca, Clark, era Chevy Chase. Ahora se estrena la séptima aventura, que emula a la primera: Rusty Griswold (que en la de 1983 era un preadolescente) decide acarrear a su mujer e hijos a Walley World, el mismo parque de diversiones al que su padre había intentado llevarlos en la película original (y que, al final, estaba cerrado). Esto implica repetir, también, el mismo trayecto en auto desde Chicago a San Francisco (unos tres mil kilómetros).

La primera no se cuenta entre lo mejor de la filmografía de Ramis (director de Hechizo del tiempo, guionista y actor de Los cazafantasmas), pero funcionó en taquilla y eso explica todo lo que vino después. Incluida esta nueva Vacaciones, dirigida y escrita por Jonathan Goldstein y John Francis Daley, que debutan como directores pero ya habían trabajado juntos como guionistas en, por ejemplo, Cómo acabar con tu jefe 1 y 2 (antecedentes poco alentadores).

Uno de los escasos motivos para ir a verla es ser fanático de la saga (si es que semejante ser humano existe), porque hay varios guiños a los primeros Griswold (incluso aparecen, en sus viejos papeles, Chevy Chase y Beverly D'Angelo, que hacía de su mujer). El resto es prescindible y es mejor abstenerse, salvo que a uno lo seduzcan los chistes escatológicos, bobos o de consumo interno yanqui, y la moralina profamilia.

"Vacaciones"
Comedia. EE.UU, 2015. SAM 13 R, 98’. De: J. Goldstein y J. F. Daley. Con: Ed Helms, Christina Applegate.

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